El Rosario del Viajero, o Rosario de los 5 sentidos

Junio de 2007

Voy en este vuelo mañanero Monterrey - México D.F. que sale a las 6:30 a.m. He tenido que madrugar y no me parece que pueda hacer otra cosa que dormitar en el vuelo de una hora... Pero me imagino a Santa Teresita que viene y se sienta a mi lado a platicar. No puedo evitar sacar mi libreta y comenzar a escribir...

- Hola Fede, que tal de desmañanado?

- Hola Teresita, lo que quiero es dormir, las revistas de los aviones traen puras trivialidades!

- Porque no rezas conmigo el Santo Rosario?

- Me cuesta tanto trabajo Teresita, a esta hora!! Ademas, no traigo conmigo un rosario!

- Mira, lo traes puesto, Fede!

De pronto lo veo: Es el rosario de mis cinco sentidos: vista, oido, gusto, tacto y olfato... Y las 10 cuentas son estos diez dedos que tengo puestos en mis manos. Teresita y yo comenzamos a rezarlo... Meditamos el sentido espiritual de cada sentido, y lo llamamos "el Rosario del viajero", porque el que viaja lo puede rezar en un vuelo de una hora... Para cuando llego a México D.F ya lo hemos terminado, y las últimas cuentas las rezamos al ir caminando hacia el taxi

¡Tengo que escribir esto! Saco la libreta y comienzo a escribir: "Hoy el Señor me regaló el Rosario del Viajero, o Rosario de los 5 sentidos: Primer misterio, la vista: Meditamos la inmaculada concepción de María, la mirada de Dios en ella y la contemplación de María en Dios. Otras meditaciones: Jesús sana a los ciegos...." El taxista me dice: "Me voy a ir por Reforma..."

-¿Va a tomar Insurgentes para llegar a Reforma?

- No, me voy a ir por la Calzada de los Misterios, porque Insurgentes va muy lleno...

- Esta "Calzada de los Misterios" a donde lleva?

- Lo lleva a la Villa de Guadalupe (La Basilica donde está la Virgen de Guadalupe)

Así, una ternura de Dios: Nunca antes el taxista se habia ido por la Calzada de los Misterios que lleva a María. Hoy, él escoge irse por allí y yo lo tomo como un gesto de ternura de mi Señor, mientras voy por la Calzada de los Misterios voy escribiendo:

El Rosario del Viajero o Rosario de los cinco sentidos

Primer misterio: Los ojos: Meditamos en la Inmaculada Concepción de María, y en la mutua contemplación de Maria en Dios y de Dios en María. La mirada de Dios en Maria, y la mirada de Maria en Dios. La inmaculada concepción de Maria es signo de esa pureza de su mirada amorosa y de la contemplación reciproca de Maria y Dios.

Padre Nuestro...

Dios te Salve María... (10 veces)

En este Misterio consagramos lo que vemos, nuestra mirada: Señor, que no pequemos con miradas impuras y que miremos a todos con ojos de amor. Que todo lo que veamos sea con los ojos de Dios.
Virtud que promueve este Santo Misterio de los Ojos: La Castidad.

Otras Meditaciones: La curacion del ciego de Jerico. La curacion de la vista de San Pablo al caer las escamas de sus ojos: Señor, que caigan de nuestros ojos espirituales aquellas escamas que nos impiden contemplarte a lo largo del día.

Amen

Segundo Misterio: Los oídos: La anunciación. Meditamos en el anuncio del ángel a Maria y la respuesta de Maria: "Hagase en mi según tu palabra".

Maria escucha la palabra de Dios y la pone en práctica, la hace vida y la Vida se encarna en ella: la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, habitó primero en Maria, luego en nuestro corazon, porque ella escucho y obedeció.
Virtud de este Santo Misterio de los Oidos: La obediencia.

Padre Nuestro...

Dios te salve María... (10 veces)

Señor: Te consagramos todo lo que oimos, que perdonemos cuando se nos ofenda de palabra y que sepamos escuchar tu voz a lo largo del dia. Tú nos hablas a veces de formas inesperadas. Que nosotros sepamos escuchar atentos y seguir, obedecer lo que tú nos hablas. Consagramos la música que escuchamos, lo que escogemos oir. Y como San Patricio, te pedimos Señor que tomes nuestros oidos y nos protejas de toda injuria, maledicencia y maldición.

Otras meditaciones: Jesus sana a los sordos. Que sepamos escuchar a las personas, que comprendamos lo que nos quieren decir. “Ayudame Señor como a San Francisco a entender antes que ser entendido. Escuchar con atención y respeto las opiniones y puntos de vista de las otras personas y sensibilidad de entenderlos".

Amén

Tercer Misterio: La boca (el gusto): Las bodas de Cana

Meditación: Maria habla a Jesus, intercede por los novios y Jesus transforma el agua en vino. El milagro viene, - procede -, de las palabras de Maria a Jesús “No tienen vino” y de la obediencia de los criados a la Palabra de Jesús. Ella les dice: “Hagan todo lo que El les diga”... y el milagro se hace manifiesto en el gusto del maestresala: “Has dejado el mejor vino para el final” - le dice al novio cuando prueba el vino.

Padre Nuestro...

Dios te salve María... (10 veces)

Meditaciones Adicionales: Jesus sana a los mudos y expulsa demonios que hacian maldecir.

Virtud: Moderación al comer y al beber y hablar. Palabras oportunas, don de consejo, hablar con respeto y eficacia, y en forma amena y cordial. Señor, te consagramos todas nuestras palabras, la lengua, ese “pequeño fuego que puede incendiar un bosque entero”. Que todo lo que hablemos sea para tu gloria y edificación de nuestros hermanos, que sepamos expresar con respeto, dignidad, firmeza y claridad lo que es propio de nuestro oficio, que sepamos hablar con sabiduría, que no digamos palabra dañosa. No maldecir ni decir malas palabras. Que podamos vencer la gula y la embriaguez, que lo que comamos no nos haga daño.

Amén

Cuarto Misterio: Las Manos, el Tacto: Meditamos el pasaje de la sanacion de la hemorroisa: Jesus la sana porque ella lo toca. Ella siente de inmediato la sanacion y él siente que una fuerza sanadora emana de el. “¿Quién me ha tocado?”

Señor: Que seamos sensibles en medio de tanta gente que nos aprieta en este viaje a nuestro alrededor, a aquella persona que se acerca, o que la acercamos para sanarle de algun modo. El tacto de una ayuda concreta, el buen tacto de consolar, compadecernos y actuar. Porque "somos las manos de Cristo".

Amén

Padre Nuestro...

Dios te Salve María... (10 veces)

Otras meditaciones: Jesus sanaba a los enfermos imponiendoles las manos y paso por Galilea haciendo el bien. Virtud: El tacto del corazón: la compasión, la caridad.
Consagramos: Nuestros actos. Que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios y edificación de nuestros hermanos, que seamos eficaces en obrar el bien.
La compasión es como el tacto del alma, que le permite sentir, palpar el dolor y la necesidad de los demas y responder a ese dolor y necesidad con buenas obras.

Quinto Misterio: El olfato: El frasco de alabastro que derrama la mujer pecadora a los pies de Jesús. El aroma de aquel perfume llena todo el lugar donde se encontraban, como un incienso de alabanza, como el Espíritu que "llenó todo el lugar donde se encontraban". Este buen olor es la oblacion generosa e incomprensible, el aparente despilfarro de consagrarse totalmente a Cristo, derramando el perfume de nuestra vida entera a él, aunque no seamos comprendidos.

Padre Nuestro...

Dios te salve María... (10 veces)

Consagramos: Nuestro corazon, para que sea templo de Dios, y en el se ofrezca adoración en espiritu y en verdad, que suba como incienso nuestra oracion. Nuestras ofrendas, el incienso de nuestra oracion.
Meditamos: La venida del Espiritu Santo sobre los apostoles en Pentecostés y la consagración.
Virtud: La oracion interior constante.

Ofrenda al Amor Misericordioso:

Terminamos este Santo Rosario de los 5 sentidos o "Rosario del Viajero"haciendo la oración de Santa Teresita:

Yo me ofrezco Señor, en Ofrenda de mí mismo, como víctima de holocausto, al amor misericordioso de Dios.
¡Oh, Dios mío, Trinidad Bienaventurada!, deseo amarte y hacer que seas amado, trabajar por la glorificación de la Santa Iglesia, salvando las almas que están en la tierra y librar a las que sufren en el purgatorio. Deseo cumplir perfectamente tu voluntad y alcanzar el puesto de gloria que me has preparado en vuestro reino. En una palabra, deseo ser santo, pero comprendo mi impotencia y te pido, ¡oh, Dios mío!, que seas tú mismo mi santidad.
Puesto que me has amado, hasta darme a tu único Hijo como Salvador y como Esposo de mi alma, los tesoros infinitos de sus méritos son míos; te los ofrezco con alegría, suplicándote que no me mires sino a través de la Faz de Jesús y en su Corazón ardiendo de Amor.

Te ofrezco también todos los méritos de los santos (los que están en el cielo y en la tierra), sus actos de amor y los de los Santos Ángeles; en fin, te ofrezco, ¡oh Trinidad Bienaventurada!, el amor y los méritos de la Santísima Virgen, mi Madre querida; en sus manos pongo mi ofrenda, rogándole que te la presente.

Para vivir en un acto de perfecto amor, ME OFREZCO COMO VÍCTIMA DE HOLOCAUSTO A TU AMOR MISERICORDIOSO, suplicándote que me consumas sin cesar, dejando desbordar, en mi alma, las olas de ternura infinita que tienes encerradas en ti y que, de ese modo, me convierta en mártir de tu amor, ¡oh, Dios mío!
Que este martirio, después de prepararme para presentarme ante ti, me haga finalmente morir y que mi alma se lance sin tardanza en el abrazo eterno de tu amor misericordioso...
Quiero, ¡oh, Amado mío!, a cada latido de mi corazón, renovar esta ofrenda un número infinito de veces, hasta que las sombras se hayan desvanecido y pueda repetirte mi amor en un cara a cara eterno...

Amén